viernes, 2 de septiembre de 2011

Capitulo 3


"SCARLET LAKE" - CAPÍTULO 3:

Narrado por: CASSIE.

Los tres se acercaron a mí, Blake se sentó a mi lado, con cara de pocos amigos. La enfermera, que ahora distinguía bien por tu uniforme desgastado, hablaba con Aitor, en un tono bajo, casi susurrando. No querían que supiese lo que decían. Pero por los gestos de ambos, debían de estar discutiendo. Aitor intentaba mantener la calma, lo notaba por la forma en que abría y cerraba las manos, como si tuviese una pelota antiestrés. Su sonrisa curvada me hacía pensar que no le gustaba en absoluto las palabras de la enfermera. Se me hacía raro tenerle tan cerca, pero tan lejos a la vez.
- ¡Tierra llamando a Cassie!
- ¿Qué? Ah. Hola. -miré hacia él y vi algo extraño en su expresión. De verdad tenía cara de pocos amigos, pero intentaba ocultármelo. Aunque no era sólo eso lo que notaba en Blake. Había algo más, algo pasaba con todos. Algo que yo no sabía. Algo que no me querían contar.
- Blake, ¿te puedo hacer una pregunta? -le miré a los ojos, intentando descubrir algo en ellos que me ayudase a entender lo que estaba pasando.
- Claro que sí... -intrigado.
- ¿Qué narices os pasa a todos? Tú estás con una cara de amargado que es impresionante, aunque lo intentes disimular. La enfermera y Aitor están discutiendo y lo hacen en voz baja para que yo no me entere. Enserio Blake, dímelo.
- Está bien, Aitor me va a matar por esto pero me da igual. Em, cuando te diste el golpe en la cabeza por culpa de la novia de Shrek y caiste al suelo redonda... Aitor se volvió un poco loco. Salió corriendo a socorrerte y le dijo a Fiona unas barbaridades increíbles. Sabía cosas de ella Cassie. Cosas que tú le debiste contar en algún momento... Se pasó, o no. No sé. Pero al ser un profesor, todo este rollo seguro que le traerá problemas.
- ¿Qué cosas le dijo? ¿Y eso que tiene que ver con tu enfado o con la enfermera? -confusa.
- Le dijo que estaba mal de la cabeza, que su envidia hacia ti era desmedida. Que era una maldita psicópata. Que podría haberte hecho mucho daño. Que no te llegaba ni a la suela de los zapatos y que te dejase empaz de una vez. Y más cosas, gritando. Se le veía furioso, de verdad. Y bueno, mi enfado... es que no lo comprendo. ¿Vosotros dos...que os traéis? Él está por ti, loco por ti sería más exacto. Yo pensaba que... en fin, da igual. Lo que pasa con la enfermera es que ella quería hacerte saber todo lo ocurrido, no engañarte. Pero el se negaba rotundamente, decía que no quería que te sintieses culpable si le despedían. Pero yo no me lo trago.
- Tengo que hablar con él. Y con el director. No puedo permitir que Fiona me dé un bombazo en la cara y encima quede ella de víctima. No me da la gana. -intenté levantarme pero Blake no me lo permitió.
- No seas tonta. Todavía no te puedes levantar, no estás totalmente recuperada. El golpe ha sido bueno. ¡Esa chica debió ser por lo menos campeona de lanzamiento de disco en otra vida! Tienes una herida en la frente y la cara magullada. Ahora se te ha deshinchado un poco la nariz pero antes la tenías guapa... -me acarició esa zona, con mucha delicadeza.
- Esto... deberías ir a clase... LLama a Aitor, por favor -sonreí.
- Claro, Aitor... -suspiró y se fue.
Ahora debía enfrentarme a Aitor, aunque me encante que se preocupe por mí, que me cuide y me defienda. No podría soportar que se fuese... Lo que no tengo muy claro es, si por la culpabilidad que sentía en aquel momento o... simplemente porque lo quería a mi lado.
- Me ha dicho ese tal Blake que querías hablar conmigo... -distante.
- Sí. Siéntate -intentando sonar segura.
- No, estoy bien así... -sonrió forzadamente.
- Como quieras. Primero, Blake me ha contado lo sucedido. Explícame eso.
- Sus ojos se pusieron como platos, de verdad pensaba que no me iba a enterar- ¿Qué te contó exactamente?
- Lo que pasó. Ahora, ten los huevos de decirmelo tú. -igual me había pasado un poco,
- Vale, se me fue un poco de las manos, pero es que todavía no me he hecho a la idea de ser únicamente tu profesor... Esa chica se pasó y se lo dije, nada más. Aunque eso ahora ya no importa. ¿Eso es lo que querías saber? Pues ya está.
- No me hables así. No eres mi profesor, eres mi amigo, mi mejor amigo ante todo. Incluso más, aunque eso según tú no importe. Sí, parece que se te fue un poco la pinza, pero te diré la verdad: me gusta que hagas esas cosas por mí, gracias. Aún así, me parece una estúpidez que pagues por esta tontería un precio tan alto como el despido. Voy a hablar con el nuevo director y quería hacértelo saber.
- Tú también eres importante para mí, no sabes cuanto.  Por eso hice lo que hice y haré lo que tengo que hacer. -se dirigió a la puerta, hechó un leve vistazo hacia mí al marcharse y se fue.
Odio que haga eso. Le conozco, se va a hechar todas las culpas y él mismo dimitirá. Eso si no hacía nada al respecto.
Esperé a que la enfermera se fuese a la cafetería, salí de puntillas por el pasillo y llegué al despacho del director. En la puerta ponía su nombre: Gaspard Livingstone.
Toqué la puerta sonoramente un par de veces y oí su grave voz invitándome a entrar. La abrí y vi la escena con recelo. Fiona, el director Livingstone y Aitor.
- Buenas, señorita Adams. Un gusto tenerla tan recuperada. Ahora mismo estabamos hablando de lo sucedido. Siéntate.
-Hice lo que me dijo- Pongamos las cartas sobre la mesa. Yo vine aqui para que Aitor no salga perjudicado. Habla claro, ¿piensas despedirlo por defender la integridad física de una alumna? -uy, que bien hablo- Aquí la única "víctima" soy yo, por lo tanto creo que tengo el derecho de pedir este favor. No le despida. No se lo merece. Aquí sólo Fiona se merece un castigo. Porque de una cosa estoy segura, todo esto no ha sido un simple accidente que le puede ocurrir a cualquiera. A mi esta chica no me vende la moto así como así. No se a tí.
- La decisión que vaya a tomar no es asunto tuyo. Además, ¿a qué se debe tu interés por lo que le pueda pasar al profesor del gimnasia?
Ahí me pilló. Pero yo no me iba a echar atrás.
- Más bien tengo interés en la justicia. Y sí, es asunto mío. La que tiene la cabeza como un bombo ahora mismo soy yo.
- Está bien, te propongo algo. No despediré al profesor, con la condición de que Fiona y tú no me causéis más problemas. Este tipo de comportamientos no me gustan nada. La próxima vez os echaré a los tres del internado sin contemplaciones. ¿Entendido?
- Sí. -al unísono.
- Ya pueden retirarse. -giró el sillón de piel en el que estaba sentado y nos dió la espalda.
Fiona me miró con cara de sapo venenoso. No se había salido con la suya, eso me alegraba. Por su parte, Aitor, estaba disperso, distante.
Decidí no hablar con él. Ninguno de los dos estaba preparado. Preferí volver a la habitación y contárselo todo a Amy. Ella sabía perfectamente el rollo que me traía con Aitor, aunque yo nunca se lo hubiese confesado.
Me dirigí a la habitación, durante el paseo por los pasillos hasta llegar allí estuve pensando como sería el resto del curso para mí. Teniéndole a él como profesor. Ya nada volvería a ser como antes, nunca había odiado tanto la palabra "profesor" como ahora.
Mientras iba absorta en mis pensamientos choqué contra alguien. Blake. Estaba con una camiseta básica blanca y unos pantalones cortos de deporte. Notaba sus músculos contraerse y su sonrisa curvarse. Parecía que mi presencia no le agradaba.
- Hola... -se frotó la frente.
- Buenas. Te veo un poco frío conmigo... ¿Pasa algo que deba saber?
- Nada que debas saber.
-Esas palabras habían sido como un buen derechazo en el estómago, estaba K.O- Oh. Entiendo. Adiós.
- Cassie... -me agarró del brazo- Nada que debas saber... por ahora. -sonrió y me soltó, lléndose por donde había venido.
¿Cómo se come eso? Nada que debas saber por ahora. ¿Me lo había dicho por cortesía? ¿Para que no me sintiera mal? No entiendo nada, llevo un día aquí y estoy más confusa de lo que he estado en toda mi vida.
Llegué a mi habitación y me encontré a Amy frotándo sus pantalones con mucho ahínco. Parece que no soy la única que tuvo un mal día. Suspiré y me acerqué a ella.
-¿Qué te ha pasado?
- Yasmine. ¿A tí?
- Fiona... Esto merece una buena venganza.
- Sí. Pero eso más adelante... ¿Qué tal con Aitor?
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Ya se había enterado de lo de Aitor?
- Eh... Bueno, mal. Está raro. Y si a eso sumamos que casi le despide hoy el nuevo director...
- ¿Cómo? ¿Qué ha hecho? -sorprendida.
- Nada. Le cantó las cuarenta a Fiona por golpearme en la cabeza con un balón de baloncesto y mandarme a la enfermería directa. Me dejó K.O la muy asquerosa -me reí, para quitarle importancia al asunto.
- Bueno, dejémoslo. Me duele la cabeza todavía. Mañana será otro día... Esperemos que algo mejor -suspiró y se metió en la cama.

Al día siguiente, me levanté con las pilas renovadas. Decidida a tener un día decente, sin que las idioteces de Fiona ni los problemas de chicos que rondaban mi cabeza me afectasen.
Mientras desayunaba en la cama, Amy ordenaba su mochila. No me apetecía desayunar en el comedor como el resto de los alumnos, asi que decidí no ir con los demás a tomar la leche y las galletas que la cocinera; Susan,preparaba día tras día. Amy no solía desayunar, por lo que me acompañaba en la media hora que teníamos hasta que comenzase la primera clase.
-¿Tú le quieres? -me espetó, sin venir a cuento.
Se refería a Aitor, de eso estaba segura. Decidí ser sincera conmigo misma y con mi mejor amiga, no tenía sentido seguir mintiendo (tan mal) y negar la evidencia.
-Sí, y ese es el problema.
-¿Cómo puede ser eso un problema?
-Porque el amor romántico del que tú hablas es una fantasía. Un día te despiertas de golpe y ves la realidad. -Dije con sinceridad, más sinceridad de la que esperaba.
-¿Y qué te despertó de golpe?
-El darme cuenta de que tal vez nunca sea para mí.
Esas palabras retumbaron en mi cabeza durante un buen rato, pero al sonar el timbre, se borraron mágicamente. Había decidido que hoy sería diferente, que disfrutaría de cada segundo; y así sería.
Salimos juntas al pasillo, pero a mitad de camino Amy se despidió de mi. Seguí sola, subiendo las escaleras hasta la segunda planta. Antes de subir el último escalón vi a dos personas hablando como si el tema de conversación fuese secreto de estado. Mi curiosidad aumentó notablemente cuando me di cuenta de quienes eran esas dos personas. Blake y Hugh. Decidí espiarles un poco (bastante), no pude evitarlo. Después del extraño encontronazo que tuve con Blake, tuve la necesidad de entenderle. Aunque fuese de una forma un poco sucia.
 -Tienes miedo. -confirmó Hugh.
-¿Qué?
-Sí, que tienes miedo. Porque a ellas sólo te las tiras y de Cassie puede que te enamores.
-No si puedo evitarlo. -añadió Blake, con seriedad.
-¿Ves? Ya lo has vuelto a hacer...
-¿Hacer qué?
-Parecer un cobarde. -conluyó y se fue; dejando a Blake con una expresión indescifrable.
¿Blake enamorado de mi? No. Debí de entender mal. Él era el típico chico ligón y macarra que no demostraba ningún afecto especial por ninguna chica. Se podría decir que para él eran de usar y tirar. ¿Sería esa la razón del extraño comportamiento de ayer? Seguramente. Aunque otra pregunta rondaba mi cabeza con más intensidad... ¿Qué hago ahora? Una pregunta sin respuesta.

jueves, 4 de agosto de 2011

Capitulo 2

"SCARLET LAKE" - CAPÍTULO 2:

Narrado por : AMY

Con una maleta en cada mano, baje torpemente las escaleras mientras mi hermana se despedía de mis padres. Otro curso escolar en Scarlet Lake.
Un internado al que asistíamos desde los 12 años, al igual que mis padres antes que nosotras. Todas las despedidas eran iguales, mis padres con el rostro lleno de lágrimas y mi hermana y yo con una gran sonrisa en la cara, recordando que en pocas horas volveríamos a ver de nuevo a nuestros amigos.
Kate y yo subimos alegremente al coche. Pusimos la música a todo volumen, y empezamos nuestro largo viaje hasta Scarlet Lake.

Cuatro horas más tarde, nos encontrábamos en el aparcamiento del instituto. Nada más vernos, Dana, Hugh y Mike se acercaron para saludarnos. Dana venía discutiendo algo con Mike, mientras Hugh ponía cara de no enterarse de nada.
- Se os ve tan monos cuando discutís… –sonreí a Dana y esta me lanzó una mirada asesina-
- Admítelo Dana, te mueres por mis huesos – le dijo Mike alegremente –
- No me hagas hablar… - su tono era amenazador –
- ¿Que tal el verano chicas? – preguntó Hugh –
- Alucinante – contestamos mi hermana y yo al unísono –
- ¿Y el tuyo rubiales? –pregunté-
- Divertido – Sonrió –
- ¿Dónde están los demás? – le preguntó mi hermana a Hugh, ya que los otros dos seguían discutiendo –
- Están escondidos en la esquina de los fumadores. No quieren verle la cara a ningún profesor. – se rió-
- Pues vayamos al escondite nosotros también. – se puso a andar –

Todo el grupo se encontraba en aquella esquina, a excepción de Cassie, Cloe y Alex.
- Os he echado un montón de menos – empecé a abrazar a todos – ¿Donde están los demás?
- Cassie y Alex todavía no han llegado, y Cloe se a ofrecido para ir a buscarlos – dijo Amine sonriéndome –
Antes de que pudiera decir nada, Cassie se acercó corriendo hacia nosotros con los brazos abiertos. Me alegraba un montón volver a verla. A pesar de haberla visto en verano, la echaba mucho de menos.

Todos los años sobre el mes de Agosto, Cassie y yo nos reunimos en Miami. Ella va a ver a sus familiares, y yo voy porque mis padres alquilan un apartamento cerca de la playa, para pasar el verano.
Este año nos encontramos a Amine allí y conocimos a su mejor amigo, Aitor.

Amine, para mí, a sido siempre el amigo de mi hermana. Solo lo veía cuando Kate lo invitaba a casa o en el internado. Nunca lo llegue a conocer bien, y tampoco quería hacerlo. Pero este año al encontrarlo en Miami, me pase todas las vacaciones junto a él. Y era inevitable, no entablar una conversación. Así que al final se convirtió en mi amigo también. Al conocerlo mejor, me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Le gusta mucho leer y le encanta hacer deporte. Su carácter es increíble. Es una persona tímida, graciosa, atenta y cariñosa. Tiene un físico espectacular, se nota lo mucho que va al gimnasio. A medida que sabía más de él, mis sentimientos iban cambiando. Paso de ser un conocido, a un amigo. De un amigo, a mi mejor amigo. Y de mi mejor amigo, a mi príncipe azul.

Luego estaba Aitor, del cual Cassie y yo no hicimos amigas enseguida. Pero al parecer, ella no era solo su amiga o al menos no la veía como tal. Siempre se les veía muy juntitos y cariñosos. Todos pensábamos que se gustaban, aunque nunca querían reconocerlo. Por más que le preguntaba a Cassie por sus sentimientos hacia Aitor, ella me respondía que lo quería solamente como a un amigo. No me lo creía, y sigo sin creérmelo. Ahí había algo, por más que lo negaran, lo había.

Estar escondidos de los profesores en aquella esquina no duró mucho, Anna Looper apareció detrás de nosotros y nos echó de allí. Así que tuvimos que aguantar el aburridísimo discurso del nuevo director. El cual, estaba de pie en un pequeño escenario montado para la ocasión. Su aspecto era impecable, no había ni una mancha o arruga en su ropa.
Nada fuera de lugar, todo estaba perfectamente colocado. Su pelo de color negro, estaba lleno de blancas canas. Y su rostro estaba pálido y cubierto de miles de arrugas e imperfecciones a causa de la edad. Se mantenía erguido, con las manos detrás de la espalda. El tono de su voz era amenazador, se podría decir que intentaba meternos miedo. Parecía el típico mayordomo de una casa encantada.

Cuando por fin, el nuevo director acabó su discurso, las puertas del internado se abrieron. Todo el mundo salió corriendo para ver las listas con las clases, las habitaciones y los horarios que nos iban a tocar. Me acerqué a Cassie y pude ver que discutía con Fiona. Esa chica era de lo más desagradable, era toda una arpía. Después de intercambiar un par de frases con Cassie se marchó furiosa, seguida de su perrita faldera, Yasmine. Cassie empezó a pasar el dedo por las listas para buscar su nombre.
- Aquí. Clase C. Me toca con Hugh, Blake, Cloe y Fiona – el último nombre lo dijo con desprecio -
- ¿Y los demás? –pregunté –
- Emm… tú vas al A. Con Dana, Mike y Yasmine. Y mi hermano, Kate, Amine y Drew juntos al D.

¡Oh,no! Este año tendría a Yasmine en clase. Esa tía iba de niña buena, pero era toda una víbora. Me acuerdo que cuando íbamos al colegio éramos muy amigas, nos llevábamos realmente bien. Pero eso cambió cuando llegamos al internado. Entonces empezó a juntarse con Fiona, y su comportamiento cambió por completo. Nunca entenderé como una persona puede cambiar tanto, en tan poco tiempo. Desde ese momento pasamos de ser amigas, a rivales. Todo lo que nos había unido, ahora nos distanciaba. Entonces conocí a Cassie, éramos muy distintas. Ella era negro y blanco. Yo era el ying y ella era el yang. Pero era eso lo que nos unía, lo diferentes que éramos. Así que nos hicimos mejores amigas, inseparables una de la otra.

Después de mirar las clases, miramos las habitaciones:
[ Cloe y Dana ]
[ Hugh y Amine ]
[ Blake y Mike ]
[ Alex y Drew ]
[ Kate, Yasmine y Fiona ]
[ Cassie y yo ]

- Pobrecita, mi hermana tendrá que aguantar a esas brujas todo el año…- dije con tristeza -
- Tranquila, las mantendré a raya – dijo Kate apareciendo detrás de mí – El mínimo problema, avísanos. Las dejaremos fuera de combate. – Cassie tenía muchas ganas de patearles el trasero – ¿A que si Amy? – me sonrió-
- Claro que sí – contesté sonriente –
Nos dieron las llaves de las habitaciones y dejamos nuestras cosas allí. Después cada uno se dirigió a su clase correspondiente, para conocer a los profesores que nos tocarían este año. A primera hora me tocaba Física y química. Dana y yo fuimos juntas hasta el laboratorio y cuando entramos nos sentamos en la segunda fila. Detrás nuestro entró Yasmine, que se sentó delante de mí. Ella sabía que tenía mi misma estatura y que así no podría ver bien la pizarra, porque la tapaba ella con su enorme cabezón.
- No te molesto si me pongo aquí, ¿verdad? – se giró para poder mirarme a la cara -
- Tu no, pero esa cabezona hueca que tienes si. – le dediqué una falsa sonrisa –
- Que pena, creo que tendrás que ver mi hermosa cabecita delante de tu cara durante todo el curso… - se giró de nuevo-
- Eso tiene remedio, se puede cortar. –le tiré de la coleta –
- Estas… - no pudo seguir, ya que la profesora entró en clase-
- Buenos días chicos, yo seré vuestra profesora de Física y química este año. Me llamo Ana. Espero que nos llevemos bien, y que no tenga que poner ninguna amonestación en todo el curso. Como es el primer día, me gustaría que hiciéramos un experimento. – se sentó en la mesa del profesor - Os colocaré de tres en tres. Así os conoceréis mejor entre vosotros. Veamos… - cogió su ficha de alumnos – Lucas, Mike y Alex. Dana, Amy y Yasmine… - dijo todos los grupos- Ahora os iré dando las componentes de vuestro experimento. – se levantó de la silla y se acercó a los armarios – Debéis tener cuidado, si algún producto de estos os cae en la ropa, os la puede estropear. – Dio a cada grupo lo necesario para empezar a realizar el experimento – Ahora ya podéis empezar. En la hoja que os he dado indica los pasos que debéis realizar. Si tenéis alguna duda preguntarme – y se volvió a sentar en su silla-

Empezamos con el experimento. Decidimos hacer un paso cada una. Había que medir, calentar y mezclar diferentes líquidos. Ya íbamos por la mitad, cuando le tocó mezclar un líquido con otro a Yasmine. Empezó a removerlo lentamente, pero “sin querer” tropezó con “algo” y me salpicó con el líquido verdoso que estaba removiendo.
- ¡Pero que haces! – le grité -
- ¿Que paso chicas?- Ana se acercó a nosotras –
- Me tiró el líquido encima – dije señalándola-
- Ha sido sin querer. He tropezado, y se ha caído un poco de líquido sobre sus pantalones – dijo con cara de niña buena –
- Pues creo que eso no se te va a quitar… Vete al baño y frota el pantalón con esto. – Me dio un pequeño bote – Igual con esto se te quita. Pero no estoy segura de ello.

Salí de la clase furiosa, y fui hacia el baño. Esa bruja me las iba a pagar. De eso estaba segura.


lunes, 25 de julio de 2011

Capitulo 1

"SCARLET LAKE" - CAPÍTULO 1:

Narrado por: CASSIE

Mi hermano me estaba esperando en el coche, pitó por tercera vez y decidí bajar de una vez. Había llegado la hora. Un año más en Scarlet Lake. Mi madre me despidió entre lagrimas, no nos volveríamos a ver en varios meses, las visitas semanales que solía hacer se habían acabado. Se iba a Miami, con su familia, a la que no veía en casi veinte años. Alex se lo pagó, con el sueldo que ganó con su trabajo durante el verano.
Subí en el coche, el viaje duró cuatro largas horas. Por suerte, lo había previsto y me había tomado una pastilla que me mantuvo dormida durante todo el trayecto.
Una voz chillona me despertó. Cloe. Ya estabamos en el aparcamiento del internado. Todos los alumnos se saludaban entre ellos, era oficial, volvíamos después de tres meses intensos de vacaciones.
Cloe casi me saca arrastras del coche, estaba muy ilusionada. En cuanto pisé el suelo se me tiró encima LITERALMENTE. Me abrazó fuerte.
- Te eché mucho de menos, Cassie. -me soltó por fin.
- Y yo, y yo. ¿Qué tal el verano? -me coloqué el pelo como pude, ya que el huracán Cloe había arrasado conmigo.
- ¡Genial! Me ligué a un montón de chicos guapos... -fue bajando el tono de voz, como si fuese un secreto.
- Eso era de esperar rubia. ¿Y los demás? -mirándo alrededor en busca del resto.
- En la entrada principal. ¡Notición! Hay un nuevo director, sí, lo sé, te has quedado muertita. Ven conmigo, tenemos que estar todos allí, nos va a soltar un rollo de discurso de bienvenida, las viejas costumbres no se pierden; no como los directores. -me cogió de la mano y me llevó corriendo.
- ¡Oye! ¿Dejas a tu único hermano tan solo por un viejo chocho? -haciéndose el indignado conmigo, corrió tras nosotras para acompañarnos.

En la entrada principal, un hombre trajeado como si fuese miembro de alguna funeraria hablaba con un tono sombrío sobre el nuevo año que iba a comenzar. Dejando de lado su charla, Cloe me llevó a la esquina de los fumadores, el único lugar fuera de la gran mirada inquisitiva del profesorado. Allí estaban todos. Amy, Amine, Hugh, Blake, Dana, Drew, Mike y Kate.
- ¡Hola! -dijeron todos al unísono.
- Buenas gente -contestó Alex, caminó hacia el grupo y chocó las cinco con Drew.
- ¡Hey! Sé que estos meses sin mi han sido un infierno, ¡pero he vuelto! -corrí hacia ellos y me abracé con todos.
- Por cierto, ¿eso de que hay nuevo director va enserio? -pregunté.
- Sí, desgraciadamente. Ese tío no me gusta ni un pelo, tiene cara de malas pulgas... -gruñó Hugh.
- Y un estilo que es para morirse del asco, todo hay que decirlo -añadió Dana.
- Bueno, da igual. ¡Contarme vosotros! ¿Qué tal todo? ¿Novedades? -cambié de tema.
- Yo me puse mechas moradas, y ahora soy más...
- Más mujer -concluyó Kate- ¡Si ya tienes mi talla de sujetador y todo!
- Cállate -dijo Amy, maldiciendo entre dientes.
- En fin, yo me quité el aparato. Gracias por haberlo notado -enfurruñada.
- ¡Es cierto! -miré la boca de Cloe, estaba muy bien lograda- ¡Enhorabuena!
- Si si, ahora -me sacó la lengua.
- Yo crecí un poco -comentó sonrojado Mike.
- A ti lo que te pasa es que te creció la cabeza y ganaste centímetros -respondió burlándose Blake.
- Bueno, también fue a hablar el más indicado... -murmuré.
- Te he oído, pequeñaja -clavando su mirada en mi, medio indignado.
- Normal, con lo grande que es tu cabeza debe de tener una acústica increíble -reí.
- Yo un día te mato... -se rascó la cabeza, suspirando.
- Te mato yo a ti antes cabezón -sonrió de lado Alex, que estaba apollado en la pared, oyéndolo todo.
- Haya paz, haya paz... -suplicó Amine, agotado del rumbo que llevaba la conversación.

De repente, oímos unos gritos, era la jefa de estudios, Anna Looper, la señora más estricta que había conocido en mi vida.
- ¡Niños, deberíais estar con el resto de alumnos! ¡Id ahora mismo si no queréis estar castigados el primer día! -chilló.
- Sí, señorita Looper... -con la cabeza gacha.

Volvemos con el resto de alumnos y profesores, el nuevo director no había acabado aún su interminable discurso. La señorita Looper no nos quitaba la vista de encima. Me sentía realmente incómoda.
Tras media hora el nuevo director dió por finalizada la charla, no sin antes advertirnos de una cosa. "Las cosas van a cambiar mucho con mi llegada, os lo aseguro".
Las puertas del internado se abrieron, en el pasillo principal estaban colgadas las listas con las clases, las habitaciones y los horarios que nos iban a tocar.
- Oh, que mala suerte, me ha tocado con Cassie y sus perritas falderas... -dijo con tono despectivo una voz, la voz de Fiona.
- Yo también me alegro de verte, señora de Shrek -le guiñé el ojo y la empujé levemente con la cadera para poder ver las listas tranquilamente.
- Tendrás noticias mías; bonita, esto no va a quedar así. -miró a Yasmine, su amiga-criada y se disponía a marchar.
- ¿Noticias tuyas? ¿En la sección de anuncios como chica de compañia del periódico? -la miré de reojo y sonreí.
Se fue derribando a todo ser humano que se cruzase en su camino.
- Vaya mala leche que tienen algunas -Blake enarcó una ceja, mirándome.
- Se lo merece... -susurré- Bueno, vamos a ver.... -pasé el dedo por las hojas de las listas buscando mi nombre- Aquí. Clase C. Me toca con Hugh, Blake, Cloe y Fiona.
- ¿Y los demás? -preguntó Amy.
- Em.. tú vas al A. Con Dana, Mike y Yasmine. Y mi hermano, Kate, Amine y Drew juntos al D.
- Ahora miremos donde y con quien nos tocará dormir -sugirió Cloe.

Las habitaciones se distribuyeron de esta manera:
[ Cloe y Dana ]
[ Hugh y Amine ]
[ Blake y Mike ]
[ Alex y Drew ]
[ Kate, Yasmine y Fiona ]
[ Amy y yo ]

Los conserjes nos dieron a cada uno la llave de la habitación que nos tocaba. Dejamos nuestras cosas allí y nos dirigimos a la clase que nos tocaba, para conocer a los nuevos profesores que nos iban a dar la chapa (unos más que otros) durante el curso. Tocaba educación física. Blake me acompañó al gimnasio, al encontrarnos por el pasillo. Vi una sombra que me resultaba muy familiar, era el nuevo profesor. No lo veía muy bien ya que estaba al fondo, rodeado por mis compañeros. Su voz. Su voz me hizo retroceder en el tiempo, el verano que se había acabado para mi ayer mismo. Un chico. Aitor. Mi amor de verano, como se suele decir en las revistas para adolescentes. El chico con el que pasé el mejor verano de mi vida. Él. Era él.

- Hola... -asombrada todavía por aquel reencuentro- ...Aitor.
- Oh. -me miró detenidamente, como si fuese un espejismo y quisiese descubrir si estaba loco o era cierto lo que veía.
- ¿Os conocéis? - preguntó Blake, mirándonos a los dos, perplejo.
- Sí, bueno no, eh... tal vez. -nerviosa.
- ¿Tal vez? ¿Consideras eso una respuesta? Si cuando digo que a las mujeres no hay quien las entienda es por algo... -se rascó la cabeza.
- Somos amigos, nos conocimos en verano... - finalizando el circo que se había formado a nuestro alrededor- Bueno chicos, soy el nuevo profesor de gimnasia. Para ser sinceros no iba a ser yo, porque no tengo títulos, pero al final me cogieron, era tenista profesional y tenía muy buenas referencias. Asi que... aquí estoy.
- En otras palabras, viniste a parar aquí por enchufado porque no te fue muy bien con el tenis - dijo Blake.
- A las mujeres no las entenderás, pero leer entre líneas se te da estupendamente chaval.

Estuvimos toda la clase haciendo ejercicios en parejas, Blake y yo nos pusimos juntos. Después nos tocó hacer algunos juegos por equipos. En el equipo contrario estaba Fiona, bien. Una oportunidad bestial para quitarme el estrés que tenía desde que oí la voz de mi... de Aitor.
Jugamos a balón prisionero. Mi equipo iba ganando, en el campo contrario sólo quedaban Fiona y Hugh. Les tocaba tirar. Fiona cogió el balón. Me miró. Sonrió descaradamente y... ¡BOOM! El balón se estrelló en mi cara, un balón de baloncesto es el que se había usado para el juego, por lo que no me estrañaría nada haber perdido algún diente por el camino a la enfermería.

Estaba aturdida, no logré poner orden en mi cabeza hasta un tiempo después. Estaba mareada. Unas voces me sacaron de mi atolondramiento. Una era la de Blake. La reconocía por el tono burlón de sus palabras. La otra era de una mujer, seguramente la enfermera. Y la otra... desgraciadamente la de Aitor. Era la última persona que quería ver en ese momento. Ya me costaba bastante hablar coerentemente cuando estaba cerca de él, ahora encima se sumaba el golpe en mi cabeza.

martes, 19 de julio de 2011

Personajes y Sinopsis

Personajes


Cassie:

Tengo el pelo largo y negro, a veces más claro y otras más oscuro, depende de como me incidida la luz. Mis ojos son claros y pueden variar del azul al gris, algo rasgados, mi boca es carnosa y tengo los dientes perfectos ya que de pequeña llevé aparato. Mi piel es muy clara aunque en verano me bronceo bastante, varias pecas adornaban mi cara. No soy alta, 1'60, delgada aunque con unas curvas bien definidas. Aun no tengo tatuajes, aunque me encantaría tener alguno pequeño, los pircings los llevo por épocas, me hago y luego me los dejo cerrar, suelo tener uno en la nariz y otro en la oreja derecha.
Tengo diecisiete años. Soy la mayor del grupo. Me describiría como una persona alegre, divertida, alocada y sincera. Saco buenas notas sin estudiar, no excelentes, pero buenas.
Me gusta hacer skateboard y patinar. Mi afición oculta es la pintura. Hago bocetos por las noches, pero nunca se los enseñé a nadie. 
Mi mejor amiga es Amy. Tengo un hermano mayor llamado Alex. Mi situación familiar no es la mejor, sobre todo con mi padre.

Amy:

Mi cabello es negro, pero ahora está decorado con una mechas moradas que me encantan. Mis ojos pardos resultan felinos en la penumbra. Mi tez está bronceada todo el año, en verano se acentúa y adquiere un color dorado.
Mido 1'67 y tengo un buen cuerpo, mi pecho ha crecido mucho este verano, llegando a alcanzar la talla 95. Tengo un tatuaje en la zona inferior de la espalda, a la altura de la cadera y otro en el empeine derecho en forma de estrellas. Sólo tengo un pircing en la oreja izquierda, de momento.
Tengo dieciseis años. Soy estudiosa, madura, algo vergonzosa al principio pero cuando cojo confianza soy muy amable. Me gusta hacer deporte, sobre todo la natación. También correr y el baloncesto. Suelo leer frecuentemente, por eso uno de mis lugares favoritos dentro del internado es la biblioteca.
Mi mejor amiga es Cassie. Tengo una hermana mayor que se llama Kate. Es lo contrario a mi, pero la quiero muchísimo, pese a todas nuestras riñas.

Amine:

Tiene el pelo castaño oscuro, su piel es bastante morena. Viste muy bien, todo lo que lleva es de primeras marcas. Varía del rollo pijo con pitillos rosas y victorias a una gorra, una sudadera y unos vaqueros anchos que dejan ver sus gallumbos de Calvin Klein. Es bastante alto.
Tiene dieciocho años. Su fuerte no son los estudios, en lo que sí destaca es en el fútbol. Ha rechazado muchas ofertas de clubs importantes. Su mejor amigo es Aitor. Es hijo único y sus padres residen en Francia, donde nació él. Durante el verano vivió con Aitor en un piso alquilado.

Hugh:

Su melena rubia vuelve loca a las novatas, al igual que sus grandes ojos marrones. Es alto, 1'83. Su piel es clara en los meses fríos y morena durante el verano. Tiene un tatuaje en la muñeca, su nombre en chino.
Tiene dieciseis. Es muy bueno jugando al fútbol, sin embargo, en los estudios es un negado. Siempre le pide los deberes a Cassie o Amy.  Es un chico divertido, un ligón, deportista, algo narcisista y se pica mucho con Cassie, al conocerse desde que eran muy pequeños. Su mejor amigo es Blake. No tiene hermanos. Sus padres y abuelos le visitan muy a menudo. Nunca ha tenido una relación estable, sólo rollos.

Blake:

Tiene el pelo castaño, al igual que sus ojos, aunque en su caso rozan el color miel o pardo, depende de la luz. Es muy alto. Tiene un pircing en la oreja. Cumplió diecisiete recientemente. Su estilo de vestir es rapero, pero eso no impide que algunos días vista pijo. Le gusta el fútbol, las chicas y el rap. Es un macarra, pero en el fondo es como un niño pequeño. Gracioso, extrovertido, transparente y a veces plasta. También le encanta meterse con Cassie por la misma razón que Hugh. No tiene hermanos, pero sí un perro, lo adora. Es inteligente pero pasa de aplicarse en clase, prefiere hacer graffitis con sus colegas. Su mejor amigo es Hugh.

Aitor:

Tiene el pelo negro, se lo cortó durante el verano, antes llevaba una melena como la de Hugh. Tiene los ojos verdes. Alto y esbelto. Su piel es clara, casi tanto como la de Cassie. Tiene un pircing en el labio inferior. Sacaba muy buenas notas, pero dejó el bachiller para dedicarse por completo al tenis. Una beca desde los ocho años le llevó a lo más alto. Pero durante el verano decidió dejarlo también. Demasiado estrés y muy poco contacto con su familia.
Tiene dos hermanas pequeñas. Su padre murió cuando él tenía ocho años. Ahora ha vuelto al internado, pero no como alumno. Sino como el nuevo profesor de gimnasia. Su mejor amigo es Amine. Su mejor amiga Cassie.
Es muy cariñoso, alegre y le encanta estar de broma. Tiene dieciocho años, en diciembre cumple los diecinueve.

Cloe:

Tiene una larga melena rubia, ojos azules y llevaba aparato, pero se lo quitaron una semana antes de volver al internado. No es muy alta, un poquito más baja que Cassie. Tiene un pircing en la nariz. Canta genial, sube vídeos a YouTube y va a clases de canto. Juega a balomano. Es un terremoto, está loca. Tiene una hermana de veintidos. Sus mejores amigas son Amy, Cassie y Dana. Se lleva fatal con Fiona.

Dana:

Su cabello es del color de la miel, al igual que sus ojos. Lleva aparato, pero pronto se lo quitarán. Es bajita, pero matona. No lleva ni pircings ni tatuajes. Tiene diecisiete. Está enamorada perdidamente de Hugh. Sus mejores amigas son Cloe, Amy y Cassie. Odia a Fiona y no le cae muy bien Yasmine, porque también está colada por Hugh. Tiene cinco hermanos menores. Antes de llegar al internado vivía con sus abuelos. Fue la última en llegar.
También le gusta Drew.

Drew:

Tiene el pelo negro y los ojos verdosos. Es moreno de piel y alto. Su mejor amigo es Alex, el hermano de Cassie. Le gustan los coches, la tecnología en general. Se pasa el día picando a Cassie. Ahora a esa guerrilla se ha sumado Dana, porque se siente atraída por él. Tiene dieciocho años.

Mike:

Es un empollón. Tiene el pelo negro y unos ojos marrones enmarcados por unos pestañas espesas y muy largas. Es algo más bajito que los demás. Mide 1'70. Tiene un hermano mayor que se fue a la universidad y otra hermana, pero más pequeña. Se pica mucho con Dana y Amy. Tiene dieciseis años. Juega al rugby.

Yasmine:

Una mosquita muerta. La típica buenaza que en el fondo tiene unas garras bien afiladas. Es la mejor amiga de Fiona. Son las enemigas oficiales de Cassie, Cloe, Dana y Amy. Está colada por Hugh. Saca buenas notas y no habla mucho. Su jefa es Fiona. Tiene el pelo rizado y castaño, sus ojos también son de la misma tonalidad. Es alta y delgada, tiene poco pecho y lleva aparato. Tiene dieciseis.

Fiona:

Una bruja. Es una mala pécora. Antes era muy amiga de Dana, Amy, Cloe y Cassie pero hubo muchos enfados y discusiones y esa amistad se rompió. Eso enfureció muchísimo a la bestia de Fiona. Tiene diecisiete. Su mejor y única amiga es Yasmine. Tiene un hermano pequeño que pasa de ella. Nunca tuvo novio. Es la apestada de la clase, pero a ella le da igual, se cree la reina del baile de todas formas. Tiene una melena castaña bastante larga, unos ojos marrones saltones y una nariz achatada. Lleva gafas y tiene un lunar bajo entre la nariz y el labio. Cuerpo normal, algo rellena en la zona del vientre.

Kate:

Hermana de Amy. Morena de piel, pelo castaño oscuro, ojos del mismo color. Alta, con un pircing en la lengua. Tiene diecinueve años. Es lo contrario a Amy en cuanto a personalidad. Es muy rebelde, no le gusta estudiar, saca aprobados raspados. Viste muy provocadora. Se mete mucho en líos. Casi siempre está en el despacho del director. Repitió. Va a clase con Amine y Drew. Es muy protectora con su hermana y por eso se ha peleado más de una vez con Fiona.

Alex:

Hermano de Cassie. Tiene una melena negra, ojos grisáceos. Su tez pálida es igual a la de su hermana. Tiene un tatuaje en la zona de la clavícula con el nombre de su hermana en letra de caligrafía. Está bastante musculado y es alto. Le apasiona hacer deporte, sus hobbies son: hacer surf, si algo adora es pasar tiempo en la playa, ya que eso le relaja. Toca la guitarra y el piano. Le encanta pasar tiempo con Cassie, porque está muy unido a ella. Tambien le gusta salir de fiesta y tocarle las narices a Amy. Su mejor amigo es Drew, comparte su pasión por los coches con él. Además, trabaja en la cafetería del internado para ahorrar y comprarse un buen coche. Tiene diecinueve años.
                                       

Sinopsis

EN EL INTERNADO SCARLET LAKE PASAN COSAS EXTRAÑAS. HA LLEGADO UN NUEVO DIRECTOR, ALUMNOS DESAPARECEN, PROFESORES SUFREN "ACCIDENTES" HABITUALMENTE. RUIDOS RAROS SUENAN TODAS LAS NOCHES EN LOS PASILLOS.
ADEMÁS, ROMANCES Y TRIÁNGULOS AMOROSOS SE SUCEDEN DENTRO DEL INTERNADO. CASSIE Y AMY PROTAGONIZAN ESTA NOVELA, DOS AMIGAS QUE POCO A POCO IRÁN DESCUBRIENDO LOS SECRETOS OCULTOS DE SCARLET LAKE, Y TAMBIÉN... EL VERDADERO AMOR