jueves, 4 de agosto de 2011

Capitulo 2

"SCARLET LAKE" - CAPÍTULO 2:

Narrado por : AMY

Con una maleta en cada mano, baje torpemente las escaleras mientras mi hermana se despedía de mis padres. Otro curso escolar en Scarlet Lake.
Un internado al que asistíamos desde los 12 años, al igual que mis padres antes que nosotras. Todas las despedidas eran iguales, mis padres con el rostro lleno de lágrimas y mi hermana y yo con una gran sonrisa en la cara, recordando que en pocas horas volveríamos a ver de nuevo a nuestros amigos.
Kate y yo subimos alegremente al coche. Pusimos la música a todo volumen, y empezamos nuestro largo viaje hasta Scarlet Lake.

Cuatro horas más tarde, nos encontrábamos en el aparcamiento del instituto. Nada más vernos, Dana, Hugh y Mike se acercaron para saludarnos. Dana venía discutiendo algo con Mike, mientras Hugh ponía cara de no enterarse de nada.
- Se os ve tan monos cuando discutís… –sonreí a Dana y esta me lanzó una mirada asesina-
- Admítelo Dana, te mueres por mis huesos – le dijo Mike alegremente –
- No me hagas hablar… - su tono era amenazador –
- ¿Que tal el verano chicas? – preguntó Hugh –
- Alucinante – contestamos mi hermana y yo al unísono –
- ¿Y el tuyo rubiales? –pregunté-
- Divertido – Sonrió –
- ¿Dónde están los demás? – le preguntó mi hermana a Hugh, ya que los otros dos seguían discutiendo –
- Están escondidos en la esquina de los fumadores. No quieren verle la cara a ningún profesor. – se rió-
- Pues vayamos al escondite nosotros también. – se puso a andar –

Todo el grupo se encontraba en aquella esquina, a excepción de Cassie, Cloe y Alex.
- Os he echado un montón de menos – empecé a abrazar a todos – ¿Donde están los demás?
- Cassie y Alex todavía no han llegado, y Cloe se a ofrecido para ir a buscarlos – dijo Amine sonriéndome –
Antes de que pudiera decir nada, Cassie se acercó corriendo hacia nosotros con los brazos abiertos. Me alegraba un montón volver a verla. A pesar de haberla visto en verano, la echaba mucho de menos.

Todos los años sobre el mes de Agosto, Cassie y yo nos reunimos en Miami. Ella va a ver a sus familiares, y yo voy porque mis padres alquilan un apartamento cerca de la playa, para pasar el verano.
Este año nos encontramos a Amine allí y conocimos a su mejor amigo, Aitor.

Amine, para mí, a sido siempre el amigo de mi hermana. Solo lo veía cuando Kate lo invitaba a casa o en el internado. Nunca lo llegue a conocer bien, y tampoco quería hacerlo. Pero este año al encontrarlo en Miami, me pase todas las vacaciones junto a él. Y era inevitable, no entablar una conversación. Así que al final se convirtió en mi amigo también. Al conocerlo mejor, me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Le gusta mucho leer y le encanta hacer deporte. Su carácter es increíble. Es una persona tímida, graciosa, atenta y cariñosa. Tiene un físico espectacular, se nota lo mucho que va al gimnasio. A medida que sabía más de él, mis sentimientos iban cambiando. Paso de ser un conocido, a un amigo. De un amigo, a mi mejor amigo. Y de mi mejor amigo, a mi príncipe azul.

Luego estaba Aitor, del cual Cassie y yo no hicimos amigas enseguida. Pero al parecer, ella no era solo su amiga o al menos no la veía como tal. Siempre se les veía muy juntitos y cariñosos. Todos pensábamos que se gustaban, aunque nunca querían reconocerlo. Por más que le preguntaba a Cassie por sus sentimientos hacia Aitor, ella me respondía que lo quería solamente como a un amigo. No me lo creía, y sigo sin creérmelo. Ahí había algo, por más que lo negaran, lo había.

Estar escondidos de los profesores en aquella esquina no duró mucho, Anna Looper apareció detrás de nosotros y nos echó de allí. Así que tuvimos que aguantar el aburridísimo discurso del nuevo director. El cual, estaba de pie en un pequeño escenario montado para la ocasión. Su aspecto era impecable, no había ni una mancha o arruga en su ropa.
Nada fuera de lugar, todo estaba perfectamente colocado. Su pelo de color negro, estaba lleno de blancas canas. Y su rostro estaba pálido y cubierto de miles de arrugas e imperfecciones a causa de la edad. Se mantenía erguido, con las manos detrás de la espalda. El tono de su voz era amenazador, se podría decir que intentaba meternos miedo. Parecía el típico mayordomo de una casa encantada.

Cuando por fin, el nuevo director acabó su discurso, las puertas del internado se abrieron. Todo el mundo salió corriendo para ver las listas con las clases, las habitaciones y los horarios que nos iban a tocar. Me acerqué a Cassie y pude ver que discutía con Fiona. Esa chica era de lo más desagradable, era toda una arpía. Después de intercambiar un par de frases con Cassie se marchó furiosa, seguida de su perrita faldera, Yasmine. Cassie empezó a pasar el dedo por las listas para buscar su nombre.
- Aquí. Clase C. Me toca con Hugh, Blake, Cloe y Fiona – el último nombre lo dijo con desprecio -
- ¿Y los demás? –pregunté –
- Emm… tú vas al A. Con Dana, Mike y Yasmine. Y mi hermano, Kate, Amine y Drew juntos al D.

¡Oh,no! Este año tendría a Yasmine en clase. Esa tía iba de niña buena, pero era toda una víbora. Me acuerdo que cuando íbamos al colegio éramos muy amigas, nos llevábamos realmente bien. Pero eso cambió cuando llegamos al internado. Entonces empezó a juntarse con Fiona, y su comportamiento cambió por completo. Nunca entenderé como una persona puede cambiar tanto, en tan poco tiempo. Desde ese momento pasamos de ser amigas, a rivales. Todo lo que nos había unido, ahora nos distanciaba. Entonces conocí a Cassie, éramos muy distintas. Ella era negro y blanco. Yo era el ying y ella era el yang. Pero era eso lo que nos unía, lo diferentes que éramos. Así que nos hicimos mejores amigas, inseparables una de la otra.

Después de mirar las clases, miramos las habitaciones:
[ Cloe y Dana ]
[ Hugh y Amine ]
[ Blake y Mike ]
[ Alex y Drew ]
[ Kate, Yasmine y Fiona ]
[ Cassie y yo ]

- Pobrecita, mi hermana tendrá que aguantar a esas brujas todo el año…- dije con tristeza -
- Tranquila, las mantendré a raya – dijo Kate apareciendo detrás de mí – El mínimo problema, avísanos. Las dejaremos fuera de combate. – Cassie tenía muchas ganas de patearles el trasero – ¿A que si Amy? – me sonrió-
- Claro que sí – contesté sonriente –
Nos dieron las llaves de las habitaciones y dejamos nuestras cosas allí. Después cada uno se dirigió a su clase correspondiente, para conocer a los profesores que nos tocarían este año. A primera hora me tocaba Física y química. Dana y yo fuimos juntas hasta el laboratorio y cuando entramos nos sentamos en la segunda fila. Detrás nuestro entró Yasmine, que se sentó delante de mí. Ella sabía que tenía mi misma estatura y que así no podría ver bien la pizarra, porque la tapaba ella con su enorme cabezón.
- No te molesto si me pongo aquí, ¿verdad? – se giró para poder mirarme a la cara -
- Tu no, pero esa cabezona hueca que tienes si. – le dediqué una falsa sonrisa –
- Que pena, creo que tendrás que ver mi hermosa cabecita delante de tu cara durante todo el curso… - se giró de nuevo-
- Eso tiene remedio, se puede cortar. –le tiré de la coleta –
- Estas… - no pudo seguir, ya que la profesora entró en clase-
- Buenos días chicos, yo seré vuestra profesora de Física y química este año. Me llamo Ana. Espero que nos llevemos bien, y que no tenga que poner ninguna amonestación en todo el curso. Como es el primer día, me gustaría que hiciéramos un experimento. – se sentó en la mesa del profesor - Os colocaré de tres en tres. Así os conoceréis mejor entre vosotros. Veamos… - cogió su ficha de alumnos – Lucas, Mike y Alex. Dana, Amy y Yasmine… - dijo todos los grupos- Ahora os iré dando las componentes de vuestro experimento. – se levantó de la silla y se acercó a los armarios – Debéis tener cuidado, si algún producto de estos os cae en la ropa, os la puede estropear. – Dio a cada grupo lo necesario para empezar a realizar el experimento – Ahora ya podéis empezar. En la hoja que os he dado indica los pasos que debéis realizar. Si tenéis alguna duda preguntarme – y se volvió a sentar en su silla-

Empezamos con el experimento. Decidimos hacer un paso cada una. Había que medir, calentar y mezclar diferentes líquidos. Ya íbamos por la mitad, cuando le tocó mezclar un líquido con otro a Yasmine. Empezó a removerlo lentamente, pero “sin querer” tropezó con “algo” y me salpicó con el líquido verdoso que estaba removiendo.
- ¡Pero que haces! – le grité -
- ¿Que paso chicas?- Ana se acercó a nosotras –
- Me tiró el líquido encima – dije señalándola-
- Ha sido sin querer. He tropezado, y se ha caído un poco de líquido sobre sus pantalones – dijo con cara de niña buena –
- Pues creo que eso no se te va a quitar… Vete al baño y frota el pantalón con esto. – Me dio un pequeño bote – Igual con esto se te quita. Pero no estoy segura de ello.

Salí de la clase furiosa, y fui hacia el baño. Esa bruja me las iba a pagar. De eso estaba segura.